19/6/10

Juan Pardo (Pra espertar as neniñas)



Esta canción, “Pra espertar as neniñas”, es la cara B del disco que Juan sacó en 1971 y que tiene como cara A “A Marian niña”. Me parece, que es la única canción –por lo menos de una manera directa- Juan dedica a una de sus hijas, en este caso, a Teba que fue la primera que vino al mundo del fruto de su matrimonio con Emy da Cal. Es muy interesante ver los trazos a mano de la letra de Juan en la contraportada del disco; sobre todo, más emocionante, para aquellos que conozcan de Juan la voz, la música…pero no la letra con la que escribió todas sus canciones (más de mil). Esos trazos, son la dedicatoria que hace a su hija Teba, recién nacida en febrero de 1971: “Antonio escribió para ti, Teba, y yo lo canto, para que de mayor…lo sepas” (Antonio Olano, fue su padrino de Bautismo y, un regalo que le hizo a su ahijada, recién nacida, fue esta poesía, en la que hay como dos partes: la primera, hace referencia a lo bonita que es la recién nacida; la otra parte, hace referencia al mundo –por lo menos a parte de él- al que Teba acaba de llegar: le dice como está lleno de hambre y de muerte para muchas niñas como ella y, que rece pidiendo a Dios por esas niñas menos afortunadas). El final, está conseguidísimo por Juan, ya que la letra, su voz y la música al unísono, quieren imitar el ruido que hacen los disparos de las metralletas. Una vez más, aparece el tema espiritual en sus canciones (rezar, pedir a Dios, por los demás; especialmente, por las personas que sufren: los niños y niñas que se ven involucrados en las guerras de los mayores). Quién quiera saber algo más sobre Antonio Olano, puede encontrar esa información en:
http://www.galegos.info/es/antonio-dominguez-olano
Aunque incluyo en el vídeo, la letra tanto en gallego como en castellano para poder seguirla mientras suena la canción, también la escribo a continuación un poco retocada para que se “entienda” mejor: Para dormir a las niñas, les cantan nanas; yo les digo cantigas, (*) para despertarlas. Yo necesito tus ojos que me alumbran; cuando miro tus ojos, son dos estrellas (de tan bonitos) Teba, niña mía, vive despierta; quiero, bonita que escuches lo que te voy a decirte: mientras tú duermes, otras niñitas, mueren de hambre. ¿Tú me escuchas, reina, desde tu cuna? Quiero que dirijas oraciones al cielo y que pidas, Teba, con confianza por las otras niñas para que no sufran. Cierras tus ojos y las estrellan se esconden si no los veo. Pide pequeña, por las otras niñas, que se despiertan con la nana, nanita, de metralletas.

(*) La cantiga o cántiga, es el género típico de la poesía medieval gallegoportuguesa (siglos XII-XIV). Las cantigas son poesías cantadas, cuya letra y música venía compuesta por trovadores. El que tocaba y cantaba estas poesías era el juglar, que a veces también era trovador.

8/6/10

Juan Pardo (De qué color es el viento)

LETRA: “Tengo un amigo pequeño, que juega sólo en el jardín al lado de mi casa. Cuando yo vuelvo a las siete y él me espera para jugar, y pregunta tantas cosas que quisiera saber contestar. ¿De qué color es el viento que llama a mi ventana, de qué color es la risa, la lluvia y la mañana; de qué color son los niños, de qué color es tu cara? Cuando la luz de la tarde, se muere y él no lo sabe, yo le llevo a su casa; mi capitán se despide y me ordena, vuelve al jardín, a las siete en el puente de mando, zarparemos después hacia el sur”.

COMENTARIO: Reconozco que cuando oí esta canción en la época en que salió al mercado (año 1973), no le presté mucha atención a la letra: ¡estaba más obsesionado con la música de lo que Juan iba sacando!. Hoy, al oirla de nuevo, he descubierto para mi satisfacción, que el protagonista de la historia, es un niño “ciego” de nacimiento, ya que no sabe de qué color es el viento, la lluvia, la risa, la mañana, los niños, la caras,... Juan, que es amigo suyo (no sé si también lo fue en la vida real), con mucha paciencia y cariño, le va explicando todo eso, a la vez, que se asombra de cosas que él nunca se preguntaría y, quizás, tampoco nosotros, ya que lo sabemos por experiencia. Maravillosa canción, con un tema tan “de obra de misericordia”, que emociona el oirla y, anima, a ponerlo en práctica en tantas situaciones con las que podemos encontrarnos a lo largo del día. Juan, nos ofrece, nada más ni nada menos, un relato evangélico: la parábola del “buen samaritano”, que se para delante de la persona necesitada para ayudarla en todo lo que le haga falta. Viene bien recordar aquí las “obras de misericordia”, para que veamos posibilidades de ponerlas por obra en nuestra vida diaria: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que se equivoca, consolar al triste, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, ... ¡Juan, gracias por esta tierna canción y, por su contenido!