11/8/09

Ciudadanos del mundo-Juan Pardo

Siempre me ha llamado la atención la letra de esta canción, que he utilizado en mi predicación en muchas ocasiones: "Amigo mío, si tú quieres puedes; si puedes, debes; debes hacer, que tu esfuerzo sirva para unir a tantos pueblos hermanos..."; "Siempre hay una nueva meta que te está esperando aunque apriete el sol"; "Cada día tiene fecha de tu sacrificio y de tu valor"; "Cada nuevo día tienes oportunidades de superación"; ... Como podéis comprobar, no tiene desperdicio. ¡Gracias, Juan, por dejarnos estas "perlas musicales" que tanto nos hacen pensar y, nos ayudan a mejorar!. Si al levantarnos, cada día, meditáis en una de ellas, os aseguro, que afrontaréis las situaciones, de otro modo, pero comprobaréis que será siempre de un modo animante, positivo sabiendo que no sólo mejoraremos nosotros sino que, con nuestra mejora, ayudaremos a la mejora de los que están a nuestro alrededor... y, de los que están en el resto del mundo: es lo que se llama la "Comunión de los santos". Abajo, tenéis la letra de la canción. Un fuerte abrazo veraniego desde Alto Campóo (Cantabria) a todos y, en especial, al visitante de Santa Pola y a los de Alicante. Santi Villa

Siempre hay un motivo en frente en forma de sonrisa o de canción. Siempre hay una nueva meta que te está esperando aunque apriete el sol . Cada nuevo día tienes oportunidades de superación. Cada día tiene fecha de tu sacrificio y de tu valor. Amigo mío si tú quieres puedes, y si puedes debes, debes hacer, que tu esfuerzo sirva para unir a tantos pueblos hermanos
Ciudadanos del mundo, abrid los brazos; ciudadanos del mundo, romped los lazos; ciudadanos del mundo, abrid los brazos…
Siempre hay un motivo en frente, siempre una sonrisa, siempre una canción; cada día tiene la fecha de tu sacrificio y de tu valor

“Hay que tener también en gran consideración el bien común. Amar a alguien es querer su bien y trabajar eficazmente por él. Junto al bien individual, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: el bien común. Es el bien de ese «todos nosotros», formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en comunidad social. No es un bien que se busca por sí mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad social, y que sólo en ella pueden conseguir su bien realmente y de modo más eficaz. Desear el bien común y esforzarse por él es exigencia de justicia y caridad. Trabajar por el bien común es cuidar, por un lado, y utilizar, por otro, ese conjunto de instituciones que estructuran jurídica, civil, política y culturalmente la vida social, que se configura así como pólis, como ciudad. Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja por un bien común que responda también a sus necesidades reales. Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la pólis…” (Encíclica de BXVI, Cáritas in veritate, n.7)

“… Por un lado, la caridad exige la justicia, el reconocimiento y el respeto de los legítimos derechos de las personas y los pueblos. Se ocupa de la construcción de la «ciudad del hombre» según el derecho y la justicia. Por otro, la caridad supera la justicia y la completa siguiendo la lógica de la entrega y el perdón. La «ciudad del hombre» no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes sino, antes y más aún, con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión… (ibidem, n.6)

No hay comentarios: